Diez conceptos que debes conocer a la hora de contratar un seguro
Los seguros son contratos por los que una entidad se compromete a indemnizar el daño producido o a satisfacer un capital, una renta u otra prestación establecida, en caso de que se produzca un suceso cubierto por dicho contrato y siempre a cambio de cobrar una prima (precio del seguro).
Existen muchos tipos de seguros. Desde los más conocidos, como los de salud, vivienda o coche, hasta otros mucho más específicos que llegan a cubrir desde algunas partes del cuerpo humano hasta las incidencias en las vacaciones. Lo cierto es que en el mundo de los seguros se utiliza una terminología muy especial y, para comprender las características y el funcionamiento básico de estos productos, existen algunos conceptos básicos que todo el mundo debería conocer:
- Póliza de seguro: documento que conforma el contrato del seguro. Contiene los derechos y las obligaciones de las partes (tomador y aseguradora), las condiciones generales y las condiciones particulares. Es el documento en el que se plasma el contrato de seguro. Contiene la regulación del mismo y se compone de condiciones generales, particulares y especiales.
- Prima: precio del seguro.
- Tomador: es la persona o empresa que contrata el seguro y que debe pagar la prima.
- Asegurado: persona o bienes expuestos al riesgo en el contrato de seguros, que puede recaer sobre la propia persona, sobre sus bienes o sobre su patrimonio globalmente considerado.
- Beneficiario: persona designada en la póliza por el tomador del seguro como titular de los derechos indemnizatorios. El tomador, asegurado y beneficiario podrían ser la misma persona, o personas diferentes.
- Cobertura: “lo que está protegido”. Además, es obligación del asegurador asumir las consecuencias económicas que deriven de un siniestro.
- Siniestro: es el suceso por el que producen unos daños garantizados en la póliza hasta una determinada cuantía. Como respuesta frente al siniestro, la entidad aseguradora está obligada a satisfacer, total o parcialmente, al asegurado o a sus beneficiarios, el valor garantizado en el contrato. Ejemplos de siniestros: incendios, accidentes, robos, averías, entre otros. Si el hecho o el daño están planteados en la póliza darán lugar al cumplimiento de las obligaciones del asegurador dando lugar a la indemnización pactada.
- Vencimiento de la póliza: fecha de finalización del contrato de seguro.
- Exclusiones: riesgos que no están incluidos dentro de las coberturas de la póliza. En estos casos, el contrato no surtirá efecto. Existen determinadas circunstancias o condiciones preestablecidas estipuladas como exclusiones.
- Prórroga del contrato de seguros: renovación automática del contrato de seguro, siempre y cuando no exista una comunicación previa (respetando los plazos legales) en la que se comunique la cancelación de la póliza por parte del tomador.
Departamento de Educación financiera de EFPA España